lunes, diciembre 9, 2024
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Cómo diseñar la etiqueta de una botella de vino

En este post, nos adentraremos en un tema fascinante y lleno de matices: Cómo diseñar la etiqueta de una botella de vino.

Cómo diseñar la etiqueta de una botella de vino

Hace ya poco menos de una década tomé la decisión de establecerme en un país reconocido por la excelencia de sus vinos: Chile. Aquí, el carmenere reina como la cepa emblemática, una variedad que, hasta hace unos años, se creía extinta y que hoy en día es el orgullo de la industria vitivinícola chilena.

Los viñedos chilenos, que se extienden desde el Valle del Maipo hasta el Valle de Colchagua, ofrecen un terroir único que realza las características distintivas de esta uva, dando lugar a vinos robustos y llenos de personalidad.

A pocas horas de camino, cruzando la imponente cordillera de los Andes, se encuentra la región de Mendoza, en Argentina. Aquí, el malbec es el rey indiscutible de los viñedos. Con su color profundo y sus sabores intensos, el malbec argentino refleja la pasión y el trabajo arduo de los viticultores de la región.

Desde los valles de Luján de Cuyo hasta los terruños de Valle de Uco, cada copa de malbec cuenta una historia de tradición, innovación y el inquebrantable vínculo entre la tierra y sus cultivadores.

Ambas regiones, Chile y Argentina, comparten la misma pasión por el vino, la misma dedicación a la excelencia y un profundo respeto por la tierra que los alimenta.

A través de sus vinos emblemáticos, el carmenere y el malbec, estas dos naciones han dejado una marca indeleble en el mundo del vino, cautivando con su rica historia, su vibrante cultura vinícola y su incomparable belleza natural.

Sin embargo, no voy a hablar de las bondades de tales uvas. Por el contrario, quiero adentrarme en un aspecto igualmente fascinante pero, lamentablemente, subestimado por algunos en la industria del vino: el diseño de las etiquetas en las botellas.

Frente a una amplia gama de opciones en una estantería llena de botellas de vino, ¿qué factores determinan la decisión de compra de un cliente? Podría ser el tipo de vino, su proceso de crianza, la Denominación de Origen, la variedad de uva o el precio, pero también entra en juego un nombre atractivo y un diseño innovador. Y todo esto se resume en la etiqueta.

En efecto, es sabido que las características de la etiqueta atraen la atención de su consumidor objetivo [«Where to visit, what to drink? A cross-national perspective on wine estate brand personalities», Morris et al., 2017], y para muchas bodegas una de las partes primordiales de la comercialización de su producto es la creación de una etiqueta que atraiga la atención del mercado objetivo [«Influence of Wine Packaging on Consumer’s Decision to Purchase», Barber y Almanza, 2006].

Hay muchos estudios al respecto.

Así, que no se trata simplemente de una etiqueta; más bien hablamos de la síntesis visual de una historia completa.

En el reducido espacio de una etiqueta en la botella recae la responsabilidad de captar la atención del público, transmitir un mensaje impactante y cautivar al espectador. Su objetivo último es destacar nuestro producto entre una multitud de marcas competidoras y persuadir al cliente para que elija nuestra botella.

Describir las bondades de un producto o contar la historia de una bodega y plasmarla en la etiqueta de una botella implica un proceso meticuloso que fusiona elementos narrativos, autenticidad y creatividad para capturar la esencia singular del lugar y el producto.

Esta tarea no es simplemente una cuestión de diseño visual, sino un viaje emocional que busca transmitir la pasión, la historia y la calidad que distinguen a esa bodega y a su vino.

Diseñar una etiqueta excepcional para una botella de vino es un proceso que requiere una cantidad considerable de tiempo y dedicación, comparable al ciclo de vida de la propia uva, desde su brote inicial hasta su plena madurez en la vid.

Así como la uva necesita tiempo para desarrollarse y alcanzar su máximo potencial en sabor y calidad, el proceso de diseño de una etiqueta también requiere una cuidadosa gestación y refinamiento para lograr el impacto deseado.

En el corazón de este proceso se encuentra una profunda comprensión de la esencia del vino, el conocimiento de la marca, su historia, sus características únicas y su identidad.

Es esencial sumergirse en ese mundo, explorar su origen, su cultura y su contexto, para poder capturar la esencia del producto en el diseño de la etiqueta.

Investigación y conceptualización:

El tiempo invertido en este proceso inicial de investigación y conceptualización es fundamental para establecer una dirección creativa sólida y significativa. Es como plantar las semillas de una idea que eventualmente crecerá y florecerá en una etiqueta visualmente impactante y evocadora.

A medida que el diseño va tomando forma, es necesario dedicar tiempo a la experimentación y la iteración. Al igual que las uvas necesitan tiempo para madurar en la vid, el diseño de la etiqueta necesita tiempo para evolucionar y desarrollarse plenamente.

Cada detalle, desde la elección de la tipografía hasta la selección de los colores y las imágenes, debe ser cuidadosamente considerado y refinado para transmitir la historia del vino de manera efectiva.

Una vez que se alcanza un diseño final, el proceso aún no ha terminado. Se necesita tiempo adicional para revisar y perfeccionar cada aspecto del diseño, asegurándose de que cada elemento esté en su lugar y contribuya al impacto general de la etiqueta.

Cómo diseñar la etiqueta de una botella de vino
Los pequeños viñedos mantienen un etiquetado manual

En el proceso de crear una etiqueta excepcional para una botella de vino, es fundamental el papel que desempeña el storytelling al descubrir los aspectos clave de la narrativa que serán plasmados en el diseño.

Trabajando en estrecha colaboración con los productores, el storyteller comienza por explorar la esencia del lugar, de la bodega y sus vinos. Se sumerge así en su historia, investiga sus orígenes, sus tradiciones y sus valores fundamentales.

Este proceso de descubrimiento es fundamental para establecer los cimientos sobre los cuales se construirá la narrativa visual de la etiqueta.

La identificación de los aspectos únicos del lugar donde se encuentra la bodega es esencial para plasmarlos en la etiqueta.

Desde el clima y la topografía hasta la flora y la fauna locales, cada detalle contribuye a la singularidad del vino y de la experiencia que ofrece la bodega.

Capturar estos elementos en el diseño de la etiqueta ayuda a transportar al consumidor al corazón del viñedo y a conectarlo emocionalmente con el producto.

[Contenido relacionado: «Mitologías y narrativas mágicas en el marketing del vino»]

La creatividad juega un papel crucial en este proceso, ya que es necesario encontrar formas innovadoras de contar la historia de la bodega de manera visualmente impactante.

Esto puede implicar el uso de imágenes evocadoras, tipografías distintivas o elementos gráficos que transmitan la esencia y el carácter del vino.

Cada elemento del diseño debe ser cuidadosamente seleccionado para comunicar la calidad y la artesanía que definen a la bodega.

Finalmente, la autenticidad es clave en la creación de la etiqueta de una botella de vino. La historia que se cuenta en la etiqueta debe ser honesta y genuina, reflejando fielmente los valores y la pasión que animan a la bodega y a sus productores.

Esta autenticidad no solo construye la confianza del consumidor, sino que también contribuye a la conexión emocional que se establece entre el consumidor y el vino.

En resumen, diseñar una buena etiqueta para una botella de vino no es un proceso que se pueda apresurar. Requiere tiempo, paciencia y un compromiso total con la calidad y la excelencia.

Al igual que el vino mismo, una etiqueta excepcional requiere tiempo para madurar y revelar su verdadero potencial, pero el resultado final es una obra de arte que captura la esencia del vino, lo eleva a nuevas alturas de belleza y sofisticación, y además, en los tiempos que corren… se convierte en un producto ‟instagrameable“.

¡Salud!

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Jesus Osilia

Con más de 30 años de experiencia en diversos sectores, mi trayectoria profesional ha estado relacionada con la venta de productos y servicios, marketing digital y control de procesos operativos y logísticos. Mi formación en logística y administración empresarial se complementa con una pasión por el copywriting y el storytelling.

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