viernes, diciembre 6, 2024
Marketing DigitalSEO/SEM

Evolución del SEO: de las palabras clave al contenido relevante

Evolución del SEO: de las palabras clave al contenido relevante

Desde sus inicios hasta la actualidad, la evolución del SEO ha sido testigo de transformaciones sustanciales, adaptándose a los algoritmos en constante cambio de los motores de búsqueda y refinando su enfoque para ofrecer a los usuarios experiencias de búsqueda cada vez más relevantes y satisfactorias.

El contenido de este post es una visión personal de la evolución del SEO a lo largo del tiempo, desde sus rudimentarios inicios hasta convertirse en un componente esencial para el éxito en el mundo digital. Acompáñame.

SEO son las siglas de “Search Engine Optimization” (Optimización para Motores de Búsqueda, en español). Es un conjunto de prácticas y estrategias diseñadas para mejorar la visibilidad y la clasificación de un sitio web en los resultados de los motores de búsqueda como Google, Bing y Yahoo. El objetivo principal del SEO es aumentar la cantidad y calidad del tráfico orgánico (no pagado) que recibe un sitio web.

Esto se logra mediante la optimización de diversos elementos del sitio web, incluyendo el contenido, la estructura del sitio, las palabras clave, las metaetiquetas, la velocidad de carga, la experiencia del usuario y la obtención de enlaces de calidad desde otros sitios web.

Al mejorar estos aspectos, se facilita que los motores de búsqueda comprendan y valoren el contenido del sitio, lo que puede resultar en una clasificación más alta en los resultados de búsqueda relevantes para las consultas de los usuarios.

El SEO es una disciplina dinámica que evoluciona constantemente en respuesta a los cambios en los algoritmos de los motores de búsqueda y las tendencias en el comportamiento de los usuarios en línea. Las estrategias efectivas de SEO buscan ofrecer a los usuarios la información más relevante y valiosa, contribuyendo así a una mejor experiencia de búsqueda.

La búsqueda en Internet ha revolucionado la forma en que accedemos a la información y nos conectamos con el mundo. 

Las generaciones más recientes lo consideran algo cotidiano. Sin embargo, antes de la existencia de los motores de búsqueda encontrar información en línea era todo un desafío; los usuarios dependían de directorios y enlaces manuales para navegar por la web. La búsqueda de información en Internet se realizaba de manera más manual y directa

Los directorios web organizaban los sitios web por categorías y subcategorías. Los usuarios navegaban a través de estas listas para encontrar sitios relevantes. Yahoo! fue un ejemplo famoso de un directorio web en sus primeros días.

Las personas compartían enlaces y marcadores a través de foros, listas de correo electrónico y otros medios en línea. Los usuarios confiaban en las recomendaciones de otros para descubrir nuevos sitios web.

En aquellos tiempos, la búsqueda de una página web no se realizaba mediante las URL amigables e intuitivas que conocemos hoy en día. En su lugar, se utilizaban direcciones IP. Cada dispositivo conectado a Internet tenía asignada (y hoy sigue teniendo) una dirección IP única que identificaba su ubicación en la red. 

Para acceder a un sitio web específico, era necesario conocer y utilizar la dirección IP del servidor que alojaba dicho sitio. Esto implicaba ingresar una secuencia de números separados por puntos en el navegador web. Pero eso no era todo… Incluso, conectarse a Internet era un logro en sí mismo.

Recuerdo llegar muchas veces a la oficina en la madrugada, encender el módem y esperar ansiosamente (escuchando) el momento en que se estableciera la conexión; a esa hora era más factible hacerlo, ya que la demanda del servicio era menor. 

El sonido que se escuchaba era largo, áspero y chirriante, con algunos pitidos al comienzo, y era producido por la modulación y demodulación de la señal digital en señales analógicas que se transmitían a través de la línea telefónica. 

Te lo explico…

Cuando un usuario buscaba conectarse a Internet, el módem establecía la conexión mediante el envío de tonos y señales sonoras a través del cable que conectaba el teléfono del usuario con la compañía telefónica.

En aquel entonces, la conexión estaba vinculada físicamente mediante un cable, y el teléfono permanecía constantemente conectado a este; el concepto de WiFi aún no había sido introducido.

Evolución del SEO

¿Quieres escucharlo? Acá te dejo un link: sonido módem de conexión dial up

Este proceso, conocido como “marcado por tonos”, implicaba que el módem generara una serie de tonos audibles para establecer la comunicación con el proveedor de servicios de Internet (ISP) a través de la línea telefónica.

Pero me estoy desviando del tema principal.

Los motores de búsqueda comenzaron a surgir a mediados de la década de 1990, y con ellos surgió también la necesidad de optimizar los sitios web para aparecer en los resultados de búsqueda.

A medida que más y más sitios web se creaban y competían por la atención de los usuarios, surgió la necesidad de mejorar la visibilidad y el posicionamiento en los resultados de búsqueda. 

Fue en este contexto que nació el SEO o Search Engine Optimization. En sus primeras etapas, el SEO se centraba principalmente en la inclusión de palabras clave relevantes en el contenido y las etiquetas del sitio web, con el fin de permitir a los motores de búsqueda comprender y clasificar mejor el contenido.

Y el estar basado en palabras clave dio lugar a una práctica que se volvió común en el medio, aunque no era ética ni correcta: la sobrecarga de palabras clave relevantes en las páginas web con el objetivo de engañar a los motores de búsqueda.

Desafortunadamente, esta ‟optimización” se llevaba a cabo pensando únicamente en los motores de búsqueda y no en la experiencia del usuario.

Esto a menudo resultaba en textos difíciles de leer, por decir lo menos. Los webmasters llegaban a incluir una misma palabra clave dos y hasta tres veces seguidas en un mismo párrafo, forzándolas a encajar de cualquier manera en la oración.

Otros, más originales, en lugar de mostrar esas mismas palabras clave en cada oración del texto (sí, lo admito, exagero un poco), las ocultaban al lector haciendo que el color de la fuente coincidiera con el color de fondo del área de trabajo, o tomaban un cuadro de texto y le montaban encima una imagen.

Recuerdo un día –hará unos 15 años atrás–, estaba revisando una antigua página web y encontré palabras clave escondidas en todas partes: las había detrás de las imágenes o camufladas entre otros elementos visuales, se ocultaban en cuadros de texto no visibles a simple vista, en el tarro de las galletas, debajo de la alfombra, detrás del televisor, en la canasta de la ropa sucia… 

En el pasado, esta práctica se conoció como “texto oculto” o “keyword stuffing” (sobrecarga de palabras clave) y representó una “técnica de optimización” utilizada para intentar engañar a los motores de búsqueda.

Ciertamente, fue una violación abierta de las directrices de calidad de Google, ya que se consideraba una forma de manipulación y engaño para obtener una clasificación más alta en los resultados de búsqueda, en lugar de proporcionar contenido relevante y útil para los usuarios.

A medida que los motores de búsqueda iban mejorando sus algoritmos y técnicas de detección, comenzaron a penalizar estas prácticas deshonestas. 

En la actualidad, el uso de texto oculto o keyword stuffing es altamente desaconsejado, ya que puede resultar en sanciones y un impacto negativo en el posicionamiento de la página web. En otras palabras, pueden enviarte al foso de las web jamás encontradas. Así que, no lo hagas.

Con el pasar de los años, el SEO ha evolucionado junto con los cambios en los algoritmos de los motores de búsqueda para ofrecer resultados más precisos y relevantes, y los profesionales del SEO han tenido que adaptarse y ajustar sus estrategias en consecuencia.

Aunque los primeros motores de búsqueda, como Archie y Gopher, surgieron en la década de 1990, fue con el lanzamiento de Google en 1998 cuando el SEO empezó a tomar mayor relevancia.

Google introdujo un algoritmo de búsqueda más avanzado que se basaba en la relevancia y la calidad del contenido, lo que llevó a un enfoque más sofisticado en la optimización de los sitios web.

El SEO no fue creado por una persona o un grupo específico, surgió de la necesidad de mejorar la visibilidad y el posicionamiento de los sitios web en los motores de búsqueda. 

Básicamente, fue un campo emergente en el que diferentes profesionales y expertos comenzaron a experimentar y descubrir las mejores prácticas para mejorar el ranking de los sitios web. Algunos de los pioneros en el SEO fueron profesionales del marketing en línea, desarrolladores web y especialistas en tecnología.

Los motores de búsqueda se volvieron más sofisticados y los algoritmos de clasificación se hicieron más complejos, y la comunidad de profesionales del SEO creció y se formaron agencias especializadas. Estas agencias y expertos en SEO se dedicaron a estudiar y comprender los algoritmos de los motores de búsqueda, así como a desarrollar estrategias y tácticas para mejorar la visibilidad y el posicionamiento de los sitios web.

El SEO se ha convertido en una disciplina amplia y compleja, con diversas técnicas y mejores prácticas que buscan mejorar la visibilidad en los motores de búsqueda. 

Internet, y en general toda la tecnología, continuará evolucionando, y el SEO seguirá adaptándose para mantenerse al día con las tendencias y los cambios en el comportamiento de búsqueda de los usuarios.

Jesus Osilia

Con más de 30 años de experiencia en diversos sectores, mi trayectoria profesional ha estado relacionada con la venta de productos y servicios, marketing digital y control de procesos operativos y logísticos. Mi formación en logística y administración empresarial se complementa con una pasión por el copywriting y el storytelling.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

error: Content is protected !!