jueves, noviembre 21, 2024
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Evolución del logotipo en la identidad de marca: Historia

En esta entrada hablaremos del logotipo en la identidad de marca. Acompáñame:

El logotipo en la identidad de marca: Conoce su historia.

Vivimos rodeados de logotipos, el planeta entero está lleno de ellos. No tienes que salir de casa para encontrar un logotipo, los podrás ver en cualquier rincón. La cocina es uno de sus lugares preferidos, y más aún al interior del refrigerador y dentro de las alacenas. Los verás al usar el metro o al poner tus manos en el volante de tu propio auto, también en el celular y la ropa que uses. Vamos, piénsalo un poco, los pequeños almacenes o tiendas de barrio, los supermercados, los centros comerciales… no son más que vitrinas para la exhibición de un universo inacabable de logotipos.

Acompáñame en este post. No iremos a buscar logotipos y tampoco pokemones, hablaremos de la historia del logotipo como elemento identificador y su importancia como componente esencial en la construcción de una marca.

Partamos por el principio…

Un logotipo, comúnmente abreviado como “logo,” es un diseño gráfico o símbolo visual que representa una marca, empresa, organización o producto. Los logotipos son una parte fundamental de la identidad de marca y se utilizan para identificar y diferenciar a una entidad de otras en el mercado.

Su objetivo principal es ser un símbolo reconocible y memorable que los consumidores pueden asociar con la marca y sus valores.

Los logotipos pueden adoptar diversas formas, que van desde combinaciones de letras y palabras estilizadas hasta imágenes, símbolos abstractos o una combinación de ambos.

Algunos logotipos incluyen el nombre de la marca (logotipos de palabra), mientras que otros se basan únicamente en elementos visuales (logotipos de símbolo). También hay logotipos audibles o sonoros, y otros más cuyo componente principal es la imagen de un rostro. Te recomiendo leer también esta entrada: Rostros de personas reales en logos famosos, te sorprenderás.

Ahora bien…

La práctica de utilizar símbolos, marcas o sellos para identificar la procedencia o propiedad de bienes tiene profundas raíces históricas que se extienden a lo largo de muchos siglos. Los primeros vestigios de esta costumbre se remontan a civilizaciones antiguas, donde los alfareros, artesanos y herreros imprimían marcas distintivas en sus productos.

Dichas marcas cumplían la función de revelar el origen geográfico de los productos, brindando a los consumidores la capacidad de rastrear el lugar de procedencia de la cerámica o la loza que adquirían.

Una práctica similar se dio con la identificación de documentos reales o eclesiásticos en donde se involucraba el uso de sellos especiales para comprobar la autenticidad de los mismos. Los monarcas, líderes religiosos y otras figuras notables utilizaban sellos de cera con diseños específicos para autenticar documentos importantes.

Estos sellos solían ser matrices grabadas en metal o madera que se presionaban en cera caliente o lacre para sellar un documento. El diseño del sello a menudo contenía elementos heráldicos, símbolos religiosos o inscripciones que indicaban la procedencia y la autoridad del emisor del documento.

Tales sellos también se utilizaron para garantizar la confidencialidad de un documento, ya que romper el sello era evidencia de que el documento había sido abierto o alterado.

Aquellos sellos fueron una forma temprana de lo que hoy consideramos como logotipo, ya que cumplían una función similar en términos de autenticación y representación.

Un antiguo sello o marca que fue utilizado por Den Hoorn, una fábrica de cerveza fundada en Lovaina, Bélgica, en el año 1366, se puede apreciar en la parte superior del logotipo moderno de la cerveza Stella Artois. Esta conexión histórica se debe al hecho de que la cervecería Den Hoorn continúa en producción, aunque bajo una denominación diferente.

En el año 1717, Sebastián Artoise, un maestro cervecero, adquirió la fábrica Den Hoorn y procedió a cambiar su nombre a Cervecería Artoise. Esta transición marcó un momento significativo en la historia de la cervecería y sentó las bases para lo que eventualmente se convertiría en la icónica cerveza Stella Artois.

El antiguo sello o marca que representaba a Den Hoorn, un cuerno estilizado, se convirtió en parte del legado de la marca y se incorporó en el logotipo moderno de Stella Artois junto con una estrella (o “stella”, en latín), como un tributo a su rica herencia cervecera.

La invención de la imprenta en el siglo XV tuvo un impacto significativo en la extensión del uso de sellos y marcadores de autenticidad. Aunque no se puede decir que la invención de la imprenta marcó el surgimiento del logotipo moderno tal como lo conocemos hoy en día, sentó las bases para la evolución de las marcas y símbolos visuales en la identidad de las organizaciones y empresas.

Con la imprenta, se hizo posible la producción en masa de libros, documentos y material impreso, lo que aumentó la importancia de identificar la procedencia y la autoría de estos materiales.

En lugar de sellos manuales, las imprentas comenzaron a utilizar marcas tipográficas en forma de letras iniciales o símbolos para identificar sus trabajos. Estas marcas se conocen como “marcas de imprenta” y a menudo se colocaban al comienzo o al final de un libro o documento impreso. Aquellas marcas permitían a los lectores identificar la fuente y la autenticidad de la impresión.

Sin embargo, en esta época, las marcas de imprenta se utilizaban principalmente con fines de autenticación y no necesariamente como logotipos de marca en el sentido moderno. No representaban una identidad de marca en el sentido comercial o empresarial, sino más bien la autoría y la procedencia de una publicación.

Uno de los factores clave que influyeron en la evolución del logotipo en la identidad de marca fue la Ley de Registro de Marcas del Reino Unido (Trade Marks Registration Act of 1875) que entró en vigor el 1 de enero de 1876.

Esta legislación brindó a las empresas la posibilidad de registrar oficialmente sus marcas, lo que supuso un impulso para el desarrollo y la protección de la identidad comercial.

A partir de entonces, las empresas podían asegurarse de que sus logotipos y marcas fueran legalmente reconocidos y protegidos, lo que fomentó la inversión en la creación de logotipos.

La primera marca registrada a partir de la promulgación de esta ley fue la de Cervecería Bass Brewery. Esta empresa británica fue una de las pioneras en utilizar un logotipo que incorporaba elementos de diseño y tipografía de manera coherente.

Este logotipo era un ejemplo temprano de cómo una empresa podía utilizar elementos visuales (en este caso, un simple triángulo rojo) y tipográficos (el nombre de la empresa) para representar su identidad de marca de manera eficaz y memorable.

La Ley de Registro de Marcas del Reino Unido de 1876 sentó las bases para un sistema moderno de registro de marcas en el Reino Unido y, en gran medida, influyó en el desarrollo de leyes y regulaciones de marcas comerciales en otros países, proporcionando una mayor seguridad legal para las marcas comerciales y promoviendo la importancia de la identidad y la protección de la marca en un entorno comercial en constante evolución.

 logotipo en la identidad de marca

La importancia de un logotipo radica en varios aspectos clave en el mundo del branding y el marketing:

En resumen, la importancia del logotipo en la identidad de marca radica en su capacidad para representar visualmente la marca, comunicar su identidad y valores, y facilitar la identificación y la conexión emocional con los consumidores. Un logotipo eficaz desempeña un papel vital en la construcción y el éxito a largo plazo de una marca en el mercado.

Hay dos artículos en el blog que te recomiendo leer. El primero trata de cuando una empresa, habiendo ya una imagen de marca consolidada, necesita modificarla o adaptarla a los nuevos tiempos. El otro artículo habla de la influencia del color en el marketing y la identidad de marca.

En la era digital, los logotipos han evolucionado de simples símbolos visuales a elementos clave de la identidad de marca en un entorno saturado de información. Ahora deben ser versátiles y adaptarse a una variedad de plataformas, desde redes sociales hasta aplicaciones móviles. Los logotipos ya no solo representan a una empresa, sino que deben captar la atención en segundos y funcionar en tamaños reducidos o en contextos dinámicos, como animaciones.

Además, los logotipos digitales aprovechan las tendencias de diseño minimalista y responsive, lo que garantiza que se mantengan claros y memorables en cualquier dispositivo. Su capacidad para generar conexión emocional con el público sigue siendo esencial, pero ahora también se valora su capacidad de interacción y adaptación a un mundo digital en constante cambio.

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Jesus Osilia

Con más de 30 años de experiencia en diversos sectores, mi trayectoria profesional ha estado relacionada con la venta de productos y servicios, marketing digital y control de procesos operativos y logísticos. Mi formación en logística y administración empresarial se complementa con una pasión por el copywriting y el storytelling.

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