viernes, junio 27, 2025
Marketing

Ejemplos brillantes de campañas publicitarias de cerveza

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Las campañas publicitarias de cerveza más creativas y memorables

La publicidad de cerveza tiene algo especial. A lo largo de los años, las marcas cerveceras han sabido colarse en la cultura popular con campañas que van mucho más allá de mostrar una pinta bien servida. Entre las campañas publicitarias de cerveza más creativas destacan aquellas que apelan al humor, otras a la emoción, muchas a lo social o lo inesperado. Y cuando están bien hechas, se convierten en piezas que se disfrutan casi tanto como la cerveza en sí.

En este recorrido reunimos algunos de los mejores ejemplos de marketing cervecero: campañas brillantes —y en algunos casos polémicas— que demuestran que, con creatividad, ingenio y una buena birra de por medio, se pueden contar grandes historias.

Star Wars y el comercial prohibido de Cerveza Cristal


Entre las marcas de cerveza con campañas de marketing premiadas, la que sigue está entre las mejores…

Hace unos años, en 2003, el imperio galáctico de George Lucas envió una flota de destructores estelares —y detrás de ellos una legión de abogados— rumbo a Chile, con la misión de acabar con una campaña publicitaria de Cerveza Cristal que se atrevió a cruzar sables láser con la sagrada trilogía original de Star Wars.

Los comerciales estaban tan bien integrados en la estética y narrativa de la saga, que más de algún espectador confundido no lograba notar cuándo terminaba la acción galáctica y comenzaba el spot cervecero. El trabajo fue tan bien logrado que la agencia detrás de la idea se llevó un premio en el prestigioso Festival de Creatividad Cannes Lions.

Mira los videos y verás por qué fueron tan buenos:

Pero Lucasfilm no estaba nada feliz. Presentó una queja formal ante el Consejo de Autorregulación y Ética Publicitaria de Chile, argumentando que vincular a Star Wars —una saga con fuerte llegada al público infantil— con bebidas alcohólicas era una falta grave. Resultado: los comerciales fueron prohibidos.

Y como si la Fuerza tuviera memoria, en febrero de 2024, 21 años después, estos viejos y olvidados anuncios resurgieron de entre los escombros del hiperespacio y se hicieron virales en redes sociales. El revuelo fue tal que hasta Elon Musk comentó sobre ellos y Stephen Colbert los mostró en su Late Show de CBS (publicidad galácticamente gratuita para Cerveza Cristal).

En esta entrada puedes conocer más sobre la historia de estos míticos spots: Star Wars y el comercial de Cerveza Cristal que fue prohibido.



Surfistas y caballos: el anuncio inolvidable de Guinness


Lanzado el 17 de marzo de 1999, el anuncio “Surfer” de Guinness se convirtió en un hito de la publicidad cervecera.

Dirigido por Jonathan Glazer y creado por la agencia Abbott Mead Vickers BBDO, el spot de 60 segundos muestra a un grupo de surfistas aguardando la ola perfecta. Cuando ésta llega, las crestas blancas del oleaje se transforman en caballos galopando, una metáfora épica para ilustrar el mensaje central: “Good things come to those who wait” (las cosas buenas llegan a quienes saben esperar).

La estética en blanco y negro, la música pulsante de Leftfield y la voz grave evocando una atmósfera casi mítica, terminaron por consolidar el anuncio como una experiencia emocional más que una simple promoción de producto.

La repercusión del anuncio fue abrumadora: ganó todos los premios importantes ese año (Cannes Lions, Clio Awards, D&AD) y en 2000 fue elegido como el mejor anuncio de todos los tiempos en un concurso de Channel 4 y The Sunday Times.

Con una producción que requirió nueve días de rodaje en Hawái, uso pionero de VFX para fusionar caballos con las olas y una narrativa inspirada en la pintura “Neptune’s Horses” (1893) de Walter Crane, “Surfer” se convirtió en una masterclass de storytelling, simbolizando cómo una espera —como la de servir una Guinness— puede convertirse en un momento memorable.


Cuando Budweiser se convirtió en “America”: patriotismo y polémica en 2016


En 2016, Budweiser sorprendió al cambiar temporalmente su icónico nombre por el de “America”, una estrategia de marketing diseñada para captar el fervor patriótico durante un año cargado de eventos nacionales e internacionales importantes, como los Juegos Olímpicos y la contienda electoral en Estados Unidos.

Las latas y botellas mostraban con orgullo la palabra “America”, acompañada de símbolos patrios como fragmentos del himno nacional y la Estatua de la Libertad, buscando conectar emocionalmente con los consumidores estadounidenses y reforzar su posición como la cerveza emblemática del país.

Ese mismo año, Estados Unidos vivía una de las elecciones presidenciales más intensas y polarizadas de su historia, con Donald Trump, representante del Partido Republicano, enfrentándose a Hillary Clinton, candidata del Partido Demócrata.

La campaña de Budweiser se lanzó en medio de este clima tenso y dividido, buscando aprovechar el sentimiento nacionalista que se vivía, aunque también despertó críticas y escepticismo. Especialmente porque Budweiser es propiedad de AB InBev, una multinacional belga-brasileña, lo que generó debates sobre la autenticidad de su discurso patriótico y el significado real de ser “la cerveza de Estados Unidos”.

Además, esta jugada publicitaria reavivó un debate cultural y lingüístico más profundo: el uso del término “americano”. En inglés, “American” es comúnmente sinónimo de ciudadano de Estados Unidos, aunque América sea un continente que abarca muchos países.

En América, todos somos americanos…

Y es que todos los habitantes del continente americano —desde las frías y remotas tierras del norte en Alaska y Canadá, hasta los confines de la Patagonia y Tierra del Fuego en el extremo sur de América del Sur— son, en esencia, americanos.

Así, mientras para el público estadounidense esta identificación es natural y poco cuestionada, en otros países de América Latina y el resto del continente, la elección del nombre “America” por parte de Budweiser puede interpretarse como un ejemplo de americentrismo, una tendencia a priorizar la identidad y cultura estadounidense como norma global.

En todo caso, Budweiser se limitó a seguir una convención idiomática conocida para su audiencia, vinculando la marca con valores culturales como el orgullo nacional, la tradición y la unidad. Desde este punto de vista, la campaña fue un éxito.

¿Fue una campaña de marketing lo de Budweiser?

Sí, aunque no en el sentido tradicional de un spot publicitario con narrativa audiovisual.
La estrategia de cambiar el nombre de Budweiser por “America” en 2016 fue parte de una acción publicitaria coordinada, que incluyó:

  • Diseño especial de latas y botellas con símbolos patrios.
  • Cambios en su packaging y etiquetas (con frases del himno nacional, etc.).
  • Difusión en redes sociales y medios.
  • Refuerzo a través de notas de prensa y apariciones en espacios noticiosos

Aunque no tuvo un spot televisivo tradicional, sí fue una campaña de posicionamiento emocional, una acción de marca de alto impacto, pensada para apelar al sentimiento patriótico del consumidor estadounidense durante un año simbólicamente fuerte y respaldada por elementos de marketing y comunicación.

Esto mismo lo vemos con Mahou y El Juego del Calamar (y con muchas otras marcas de cerveza). Aquí también hablamos más de una acción de co-branding y diseño estratégico, que se enmarca dentro de una campaña promocional con menor despliegue pero alto potencial viral.


Cerveza Mahou y El Juego del Calamar


Todas las grandes marcas buscan montarse siempre en la ola de algún fenómeno cultural global para llegar a mayores audiencias. Es lo que hizo la cervecera Mahou para aprovechar el éxito de una de las series más vistas en la historia de Netflix. [¿Por qué el Juego del Calamar ha tenido tanto éxito?]

Con motivo del estreno de la última temporada de El Juego del Calamar, la marca española lanzó una edición limitada que celebra el suspenso, la estética y la intensidad emocional que han definido a esta producción surcoreana.

Los detalles podrás verlos en esta entrada: Mahou se une a El Juego del Calamar con una edición limitada que no querrás dejar escapar


Hay anuncios virales de cerveza cuya trama o concepto han sido replicados con éxito, años más tarde, por otras marcas y productos ajenos al mundo cervecero. Ejemplo de uno de tales anuncios copiados por otras marcas, es este de Carlsberg:


Eso merece una Carlsberg


En 2011, Carlsberg, una cervecera danesa con una rica historia y una presencia global significativa, decidió poner a prueba los prejuicios y la valentía del público con una ingeniosa cámara oculta en un cine de Bruselas.

La sala de cine con 150 butacas está ocupada por 148 moteros: tipos rudos, tatuados y con cara de pocos amigos. Sólo quedaban dos asientos vacíos en el centro. El escenario era claro: una trampa para observar cómo reaccionaban las parejas que llegaban sin saber nada.

Todos volteaban a mirar intimidantemente a la pareja que entraba… Algunas dudaban, otras directamente daban media vuelta y se marchaban. Pero cuando una pareja se decidía a cruzar entre ellos para sentarse, todo cambiaba. Los moteros estallaban en aplausos y les entregaban dos cervezas Carlsberg como recompensa, mientras la pantalla del cine mostraba el mensaje: “That calls for a Carlsberg”, que se podría traducir como “Eso merece una Carlsberg.”

La campaña fue un éxito rotundo. Se viralizó rápidamente, ganó premios en festivales como Cannes Lions y dejó claro que una buena cerveza también puede celebrarse cuando se superan los prejuicios. Carlsberg no sólo vendió su producto, sino que se posicionó como una marca que celebra el coraje, la apertura y el humor inteligente.


Heineken y su propuesta para socializar sin redes sociales


Ahora bien, tomarse una cerveza, un café o una copa con alguien debería ser una oportunidad para conversar sin prisas, compartir miradas y desconectarse del ruido exterior. Sin embargo, cuando la persona con la que estás no deja de mirar la pantalla del móvil, responde mensajes y atiende llamadas, lo que prometía ser un encuentro cercano se transforma en una experiencia distante y algo molesta.

Frente a esta escena tan cotidiana, Heineken decidió levantar la voz con una campaña que pone el foco en algo simple pero olvidado: mirar a quien tienes delante, estar relmente presente.

Así nació «Social Off Socials«, una propuesta que invita a apagar las redes sociales para encender la conversación real. El anuncio nos presenta un escenario exagerado pero revelador: un mundo donde las redes sociales han dejado de existir. No hay likes, ni visualizaciones, ni nuevos seguidores. Todo está paralizado. Los influencers vagan sin rumbo entre autos abandonados en calles vacías, buscando desesperadamente atención. La estética recuerda por momentos al Buenos Aires apocalíptico de El Eternauta.

Y aunque hasta ahora no existen campañas de cerveza inspiradas directamente en El Eternauta, una escena de la serie muestra a los protagonistas compartiendo una Schneider, una de las cervezas más populares de Argentina, actualmente propiedad del grupo chileno CCU. Lo más llamativo es que no fue un caso de product placement.

Según los realizadores, más de 40 marcas visibles a lo largo de la serie fueron elegidas por el equipo de arte sin pago alguno, con el fin de aportar realismo al entorno. La presencia espontánea de Schneider generó revuelo en redes, memes y comentarios, convirtiéndose —sin planearlo— en un ejemplo de publicidad no intencionada que conecta emocionalmente con el espectador.


La “cerbeza” de Estrella Galicia: El error es pensar que es un error.


En 2024, Estrella Galicia sorprendió con una campaña que jugaba con el error… literalmente. Durante varios días, aparecieron vallas y etiquetas en ciudades de España donde la palabra “cerveza” estaba escrita con B: cerbeza. Las redes se llenaron de críticas y burlas, creyendo que era un descuido ortográfico. Pero no era un error, sino una provocación calculada.

La campaña se tituló “El error es pensar que es un error”, y estaba ligada al anuncio de que Estrella Galicia había obtenido la certificación B Corp, un distintivo global que reconoce a las empresas que cumplen con altos estándares sociales, ambientales y de transparencia. La “B” en cerbeza no era una falta, sino una declaración. La marca celebraba así su apuesta por un modelo ético de negocio que, según algunos, podría parecer incompatible con el mundo empresarial tradicional. Pero no lo es. Y esa era justamente la idea: cuestionar lo que damos por sentado.

Ese espíritu crítico, educativo y desenfadado también se reflejaría poco después en otra campaña de la marca: La Enciclobirra. Una serie de definiciones “cervecísticas” tan absurdas como acertadas, cargadas de humor y referencias culturales.

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La Enciclobirra de Estrella Galicia


Una enciclopedia en formato bebible

La Enciclobirra es una campaña lanzada en 2025 por Estrella Galicia que combina humor, divulgación y amor por la cerveza. Se trata de una serie de contenidos que explican, de forma desenfadada, términos y conceptos del mundo cervecero. Desde explicaciones creativas sobre tipos de fermentación hasta juegos de palabras que mezclaban cultura pop y tradición artesanal.

Cada entrega se presenta como una definición “enciclopédica”, pero con un estilo fresco y cargado de guiños culturales, juegos de palabras y referencias que conectan fácilmente con el público joven y curioso.

Más que vender cerveza, la campaña busca formar consumidores con criterio y fomentar la cultura cervecera desde la cercanía. Con esta propuesta, Estrella Galicia se posiciona como una marca que no solo respeta el proceso artesanal, sino que también quiere compartir su conocimiento con quienes disfrutan de una buena cerveza. Una iniciativa original que logra entretener mientras educa, y que refuerza el valor de la autenticidad y la tradición.

Puedes conocer más de esta campaña en: La Enciclobirra de Estrella Galicia


Los atardeceres ocultos de Cerveza Corona


No todas las buenas ideas publicitarias necesitan efectos especiales o referencias pop. A veces, basta con observar lo cotidiano desde otro ángulo. Eso es lo que hizo Corona con su campaña Atardeceres Ocultos, desarrollada por la agencia JKR (Jones Knowles Ritchie). La premisa era simple: capturar ese momento del día en el que todo se desacelera y el mundo invita a hacer una pausa. El atardecer como símbolo de desconexión, sin necesidad de palabras.

Y fue precisamente al mirar con calma que los creativos de JKR descubrieron lo evidente: un atardecer escondido en la propia botella de Corona. No rediseñaron nada. Solo giraron la botella. El clásico wordmark en azul profundo —esa tipografía gótica tan reconocible de la cerveza Corona— seguía siendo legible incluso al revés. Y el círculo transparente en el centro, que deja ver el líquido dorado, se transformaba en un sol cayendo sobre el horizonte. Una imagen poética y poderosa que demostró que, en marketing, a veces menos es mucho más.

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Desde galaxias muy, muy lejanas hasta salas de cine llenas de moteros y atardeceres escondidos, estas campañas nos muestran que la cerveza también puede ser cultura, conversación, sátira y hasta crítica social. Algunas apelan a la nostalgia, otras a la actualidad más viral. Lo importante es que todas tienen algo en común: entendieron cómo conectar con la gente sin subestimar su inteligencia ni su sentido del humor.

Al final del día, una buena campaña publicitaria —como una buena cerveza— deja un sabor que se recuerda.

¿Y tú? ¿Conoces alguna campaña de cerveza que merezca estar en esta lista?
Déjanos un comentario o compártela: siempre hay espacio para brindar por una gran idea.



Jesus Osilia

Apasionado del marketing digital y las ventas, con más de 30 años de experiencia en estrategias comerciales, logística y optimización de procesos. Creo en el poder del copywriting y el storytelling para conectar y vender mejor.

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